Amiga Karen llegó el momento en que esa persona tan querida ya no está presente con nosotros, no lo podemos tocar, ni oír, ni ver… es un gran dolor y quizás te parezca que todo está perdido para siempre…. Pero un Amor sincero, no muere jamás, es más fuerte que cualquier abrazo, más importante que cualquier palabra, más trascendente que la presencia misma… puesto que el Amor es sufrido, es benigno, no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no goza de la injusticia, más se goza de la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta y lo más importante es que nunca deja de ser… traspasa las fronteras de lo visto, de lo tocante, de lo que a diario pensamos que es porque lo vemos… ¿será que lo que ya no vemos dejó de ser?... NO, porque al Amor no lo vemos pero si lo sentimos y es lo que nos alienta para seguir peregrinando….
Sabemos que se necesita fuerza espiritual para poder sobre llevar este dolor (la cual clamamos a Dios para que les sean dadas). Hoy amiga todas y todos los que vivimos diariamente experiencias de aprendizajes junto a ti, te brindamos nuestro apoyo y queremos expresarte que estamos a tu lado para que no desfallezcan tus pisadas y, si eso ocurriese, sepa nuestra COMI que estaremos dispuestos a sostenerte, así como en otras ocasiones tú has sido también nuestro apoyo y nos has sostenido… Despedimos a tu Padre José Onaíndia, sabiendo que está en los brazos del Señor, y que en estos momentos recibe consolación por todo su padecimiento en este peregrinar por la tierra, creo que desde el Cielo él nos sigue acompañando y dará desde allí cada día su bendición. Te Queremos y Bendecimos Amiga…
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