viernes, 1 de julio de 2011

0 El lechón que nos unió en un desayuno colectivo.

Por inciativa de nuestro compañero Héctor, quien trajo un lechón del llano, se organizó en el Vicerrectorado un desayuno colectivo en torno al gran cochinito y al que se unieron los más ricos rellenos: queso, jamón, salsas, pan, lechuga, tomate, cebolla y demás acompañantes.

Fue grato observar a los comensales prepararse sus sandwiches al punto de que luego no sabían dónde empezar a dar el mordisco. Otros, ni cortos ni perezosos, se animaron a raspar el hueso para asegurarse de que nada quedaría del pobre lechoncito. Hubo otros que aprovecharon y se prepararon el almuerzo de una vez y hubo quienes en lo que vieron los cambures no lo pensaron y agarraron el suyo. El delicioso aguacate nunca fue visto y en lo que pudieron divisarlo saltaron como abeja al panal y sólo en cuestión de segundos ya había desaparecido.

Lo cierto es que el compartir nuevamente nos congregó e hizo que todos dijésemos ¡buen provecho!

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