Por inciativa de nuestro compañero Héctor, quien trajo un lechón del llano, se organizó en el Vicerrectorado un desayuno colectivo en torno al gran cochinito y al que se unieron los más ricos rellenos: queso, jamón, salsas, pan, lechuga, tomate, cebolla y demás acompañantes.
Fue grato observar a los comensales prepararse sus sandwiches al punto de que luego no sabían dónde empezar a dar el mordisco. Otros, ni cortos ni perezosos, se animaron a raspar el hueso para asegurarse de que nada quedaría del pobre lechoncito. Hubo otros que aprovecharon y se prepararon el almuerzo de una vez y hubo quienes en lo que vieron los cambures no lo pensaron y agarraron el suyo. El delicioso aguacate nunca fue visto y en lo que pudieron divisarlo saltaron como abeja al panal y sólo en cuestión de segundos ya había desaparecido.
Lo cierto es que el compartir nuevamente nos congregó e hizo que todos dijésemos ¡buen provecho!
viernes, 1 de julio de 2011
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